Y ahora, un micro: El nuevo inquilino - Perdone, ¿quién es usted y qué hace en mi salón? - Sí, yo creo que aquí cabrá el sofá... ¡ah, hola, buenos días! Soy el nuevo inquilino. - ¿El nuevo qué? - El nuevo inquilino. ¿No se lo han dicho? - ¿Decirme, qué? - Me vengo a vivir aquí. - ¿Como... como? ¡Pero si aquí vivo yo! - Sí, amigo, pero las cosas cambian. Ha dejado esto usted un poco descuidado y la comunidad ha decidido que me mude yo aquí arriba. Cosas de la democracia. Tenga, aquí tiene el contrato. - Vaya... pues. Bueno, la verdad, sí que... pero yo... no pensaba que fuera a ser ya... - Vendré en unos quince días. Hasta entonces. - Sí... claro... hasta entonces. - Por cierto. - ¿Sí? - Mi nombre es Carlos. Encantado. - Ya... claro. Sí, adiós. ¡Blaaaas! Recoge tus cosas. Nos mudamos al segundo. No llores, hombre, será sólo por un tiempo. |