NHOR. LA CIVILIZACIÓN MÁS AVANZADA DEL UNIVERSO

Nhor, una civilización guiada por el canto, una peculiaridad de su evolución que los vincula a un Universo fluctuante, cuasi instantáneo, permitiéndoles advertir un presente que solo es permeable a su conciencia, educada por un principio fundamental: “Tu mente es tu cuerpo, tú lo construyes, porque eres poder y voluntad”. Expresión que, conectada a su profunda percepción de la realidad, armónica, fluida, en la que pasado y futuro son percibidos como difusos, transforma al lenguaje, articulado por la interacción entre conciencia e inconciencia, en su principal logro tecnológico, materializado en un tensor capaz de generar la enorme cantidad de energía que una civilización avanzada requiere.

Políticamente organizados como una Alianza de quince planetas, integrados por un solo idioma un solo pueblo, ubicados a un promedio de veinticinco años luz de Ulión. Epicentro del Gobierno, dirigido por un Rey o una Reina, cargos a los que se llega solo si se ha penetrado la octava interacción, condición necesaria, pero no suficiente, ya que este debe ser aprobado por el Gran Concejo, organismo que interviene y regula, a través de los delegados de cada uno de los quince planetas, los destinos de la Alianza.

Una civilización con una historia turbulenta en sus orígenes, cuando la Alianza estaba formada solo por dos planetas Ulión y Thar. Impregnada de diferencias sobre el futuro, que se dirimió en una guerra de secesión que duró quince años, cuyos devastadores efectos, quinientos millones de Nhor muertos, condicionan su futuro.

Bronham, el Rey que gobierna la Alianza 8700 años después de la guerra, comprende en profundidad los retardos conceptuales que impiden que la población alcance los niveles de desarrollo que ese futuro requiere y pone en marcha un plan, cuyos riesgos, inmensurables, descarga en su hijo, Gronver.