Manejo enfermero de la fractura de cadera en urgencias

Introducción: la fractura de cadera es una lesión grave, que puede tener complicaciones que pongan en peligro la vida, se trata de una afección que va aumentado su riesgo con la edad por la debilidad ósea progresiva causada, por ejemplo, por la osteoporosis; otros factores influyentes son aquellos que propician las caídas, tales como el déficit visual o alteraciones del equilibrio. La detección precoz de estos signos y síntomas sin duda ayuda a  evitar este tipo de accidentes, además de una vida saludable para prevenir el deterioro de los huesos y demás factores de riesgo. Objetivos: analizar la gestión de la fractura de cadera en urgencias, Identificar signos y síntomas de fractura de cadera, Determinar tipos de actuación y tratamiento en la fractura de cadera, Conocer el papel de enfermería en la prevención de la fractura de cadera, Establecer un plan de cuidados en función del caso de una paciente con fractura de cadera, basado en la taxonomía NANDA, NOC, NIC y los problemas de colaboración a través del modelo bifocal de Carpenito. Metodología: investigación cualitativa de estudio de caso único. Resultados: en nuestro caso, el diagnóstico enfermero principal según la taxonomía NANDA-NIC-NOC fue el (00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos biológicos m/p conducta expresiva.   Discusión y limitaciones: se debe insistir en la formación continua de los profesionales de enfermería en cuanto a los protocolos a seguir, tanto en el ámbito extrahospitalario como en el hospitalario y post hospitalario, esto reducirá las complicaciones y aumentará las posibilidades de recuperación de los pacientes con fractura de cadera. La principal limitación fue el escaso tiempo de estancia con la paciente. Conclusiones: Resumiendo y poseyendo conocimientos sobre los factores de riesgo que ocasionan la fractura de cadera, además de los beneficios que conlleva un buen tratamiento enfermero tanto en emergencias, como en urgencias, se debe llevar a cabo y promocionar ejercicios de formación y protocolos para unificar criterios que ayuden a sus buenas prácticas. El manejo enfermero de estas afecciones es fundamental para el buen desarrollo de la recuperación futura de estos pacientes.