Cuando éramos hermanos

"Asomémonos a una era crucial de nuestra épica supervivencia en plena expansión planetaria y a su aventurero y libre deambular diario.
No estabamos sólos..."

Nota editorial por Fran J. Tapia

Cuando éramos hermanos es la primera novela ilustrada de José Luis Fernández Infantes. Un libro recomendado para leer en familia donde José Luis ha compuesto historias de la prehistoria muy inspiradoras con elementos como la supervivencia, la tribu, el lobo, la naturaleza y los peligros de la primera era del ser humano, para emocionar y dejar bellas enseñanzas y huellas a sus lectores.
Es un libro para niños, niñas, padres y madres con el que disfrutarán de una lectura muy animada gracias a la aventura, que ha construido este maravilloso escritor, donde volvemos al origen de la humanidad en el que las condiciones de supervivencia eran sumamente duras, enfrentándose a innumerables peligros y en la que comenzó una relación vital entre dos especies, el ser humano y el lobo, con sus cualidades para cazar, darse abrigo, protección, amistad y cariño hicieron que nuestra relación fuera tan vital, profunda, íntima y mágica.
Por eso este libro es imprescindible porque nos enseña como las relaciones con nuestro entorno, con esa naturaleza (hermosa, que nos acoge y pone retos) y sus animales es esencial para nuestra evolución y supervivencia como especie.

José Luis Fernández Infantes en la Introducción

Antes de producirse nuestra propia y misteriosa domesticación, en la que todo, plantas, animales y elementos, quisimos controlar a toda costa, el corazón del hombre consciente palpitaba libertad en conexión directa con la fuerza y la dicha de una madre tierra hermosa, sana, radiante y pura.
De forma perfectamente natural, durante un periodo mucho más largo que el de nuestra industrializada y tecnológica vida actual, hemos tenido que afrontar -a pecho descubierto-, incontables aventuras y peligros.
Sin embargo, hace ya algunas decenas de miles de años que encontramos la inestimable ayuda de un aliado inesperado en un animal salvaje y libre.
El perrito fiel que ahora mismo está a sus pies, fue por mucho tiempo todo un lobo. Y desde el mismo momento en que ese lobo, de alguna forma decidió quedarse a nuestro lado, nos mostró su confianza y cariño.