HOMBRES LIBRES HÉROES Y MÁRTIRES.

Hace muchos años, en un lejano país llamado Freedóm (nombre ficticio), gobernado por los nativos, hubo una invasión extranjera que, tras descubrir las riquezas del pequeño territorio, instalaron allí un reinado, destruyendo la cultura y forma de vida de sus habitantes e imponiéndoles, a la vez, duras leyes que hicieron perecer a miles de Indígenas nacionales. Tras el acentamiento de su reinado, muchos otros extranjeros arribaron a ese país para ocuparlo. La familia sanguínea de los reyes que, poco a poco se fue proliferando, minó e invadió las riquezas de los indígenas hasta dejarlos sin nada.

Hoy luchan por su reivindicación y la recuperación de su identidad. Los invasores dividieron en dos partes desiguales al país quedándose con la mayor parte y dejando casi sin nada a las grandes mayorías, que un día, fueron los dueños de su tierra.

Los jefes de los clanes indígenas, fueron cruelmente torturados por las familias pertenecientes a la comunidad extranjera.

Como las jovencitas nativas de Freedóm eran hermosas, muchos extranjeros invadieron los valles para enamorarlas, luego, llevarlas a la capital y procrear una familia mestiza, espandiendo así, su sangre y su comunidad. Ese fue el caso de María, una nativa que se acompañó con el hijo del gobernador, sin saberlo, y procreó con él a una hija muy hermosa. Pero, a diferencia de sus paisanas, María renunció a su propia hija para no traicionar ni sus principios ni su cultura. Los padres de la joven, tenían sus raíces en los clanes ansestrales que gobernaron el país en el pasado.