CRIATURAS

En el año de 1932, un niño, encontró un libro apocalíptico, y las imágenes en él, que describían y explicaban la aparición de un virus devastador, comenzó a estudiarlo descubriendo así, la amenaza inminente de la vida de la humanidad.

Se convirtió en un famoso científico que, con extremado esfuerzo, descubrió la confirmación del mortal virus, pero luego, la invención de una cura.

Su nombre: John Anderson. Al principio, todos le llamaron enajenado mental, aquellos que, lejos de cuidar al planeta, se sumaron a destruirlo.

Desde niño, el doctor John Anderson llamó a la tierra; «CASA COMÚN DE LA HUMANIDAD”.

Pero la fórmula que descubrió para crear la vacuna contra el virus, fue hurtada por una poderosa familia, no obstante, el doctor Anderson había cifrado la fórmula que descubrió para la fabricación del fármaco y los que la robaron, no pudieron usarlo por no tener la clave de esa fórmula, cuyo documento, el doctor Anderson lo dejó en manos del gobierno. 

El doctor Anderson fue asesinado por quienes robaron su invento, pero antes de morir, dejó un legado que no se borrará nunca. En un manuscrito, que el gobierno de Queenslans guardará eternamente en un museo, quedó escrito el año, el mes, el día y la hora en que, antes de su martirio, el doctor encontró la cura contra el virus mortal.