OBJETAR LA SOCIEDAD

¿Es “objetable” nuestra sociedad? Sí, si nos atenemos a que, en demasiadas ocasiones, no se comporta con la generosidad y amplias miras, que serían exigibles a una civilización, que se precie de humana y humanizadora.

Justamente es el decurso de las reflexiones del autor de Objetar la Sociedad,  al respecto, en relación a cómo muchos –demasiados- territorios, países o naciones –y sus habitantes- no tienen reconocidos el derecho a una existencia mínimamente  digna, y los que parecen tenerla garantizada –por su nivel de desarrollo y recursos- adolecen de graves carencias democráticas, en su gobierno y administración. Amén del deterioro generalizado del planeta, que parece no tener límites ni solución, por la complicidad de los poderosos –económicos, pero también políticos-, sin que las autoridades internacionales –ONU y otras- sean capaces de poner orden y concierto a una tal y degradada situación.

El autor espera que la lectura –y subsiguiente reflexión crítica- del presente libro, contribuya a concienciar a la población y cuestionar, así, una situación a todas luces mejorable, por el bien de todos.