Una foto en el Retiro

Cuando Carlota regresa a Salamanca para el funeral de su abuela Maribel, se encuentra con un triángulo amoroso de 50 años atrás, con sus abuelos junto a Mary, actriz que entonces participaba en el rodaje de una película.

Al abuelo, Pablo, extra en dicho rodaje, se le había contagiado la angustia de Lorenzo (protagonista de la película), y al conocer a Mary vio en ella a alguien con quien escapar de la crisis. Mary y Maribel, muy diferentes (moderna universitaria madrileña volcada en el teatro contra joven de provincias que deja la universidad porque ya tiene novio), se conocieron y congeniaron por sorpresa, hasta que la actriz tuvo que volver a Madrid. Pablo, empujado por los problemas familiares en su pueblo, se fue tras ella.

Carlota se va enterando poco a poco, en conversaciones con su abuelo, con la propia Mary y en el diario de su abuela, de todas esas historias familiares que desconocía, que se entremezclan con los problemas sentimentales que ella arrastra por la posible ruptura con su pareja.