Memoria de un año bisiesto

Así como los años bisiestos no ocurren todos los años, el autor de esta recopilación de artículos publicados en su antiguo y desaprecido blog se despertó un buen día con la idea de aprovechar uno de ellos para hacer algo diferente a los ordinarios.

«Saldré a correr todos los días durante un año y para no hacerlo tan fácil será durante un año bisiesto» fue el reto que se impuso y ya sabemos que cuando algo se le mete en la cabeza no hay quién lo pare.

Una vez tomada la estrafalaria decisión (para algunos de sus próximos) no tuvo que esperar demasiado para empezar porque fue pensado y hecho; el 18 de diciembre de 2011 dio la primera zancada de una larga serie que lo llevo sin parar hasta el mismo día del año siguiente que fue bisiesto gracias a su puntería y a los ajustes del calendario.

Casi cuatro mil kilómetros recorridos a lo largo de trescientos sesenta y seis días practicando lo que los norteamericanos han llamado «streak running» que no tiene una definición equivalente en castellano, algo parecido sería «racha sin parar de correr».

De la primera a la última página, el autor se muestra tal cómo era sin trampa ni cartón y los hechos que relata no son producto de su imaginación, todos fueron reales; agobiado por el vertiginoso paso del tiempo, ha querido dejar constancia escrita en esta memoria «bisiesta» porque la memoria real (facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado) se va tornando olvidadiza con los años y quisiera recordarlos cuando ya no pueda hacer otra cosa.