Las voces y el eco

Todo escritor es una voz y todo lector es un eco, eco que a su vez se asienta como voz distinta, amplificadora de la primera en uno u otro sentido. Algunos de los textos, de las voces, que aparecen en este libro se han convertido con el paso de los años en esenciales, hasta el punto de que forman parte de la médula de mi vida en no menor grado que otras experiencias fundamentales de mi trayectoria personal. No podría ser de otra manera si es que la lectura es algo más que una práctica meramente diletante y divertida. En qué consista este “algo más” no es fácil precisarlo, pero pertenece en cualquier caso al orden de lo que realmente importa, de lo que te alimenta, de lo que te acompaña, de lo que te ayuda a vivir. Esas voces acaban formando parte del caudal de tu memoria, se convierten en recuerdos, y ves cómo, en cualquier momento, acuden a ti por su cuenta, se dejan ver, y así día tras día y año tras año.