Las quemaduras son un importante problema de salud pública, tanto por su mortalidad como por su morbilidad, además de poder causar graves heridas que provoquen desfiguraciones en el cuerpo y discapacidades de por vida. En los países de ingresos altos, se ha logrado mucho en términos de reducir las lesiones por quemaduras, esto se consigue implementando intervenciones probadas, como: detectores de humo, reguladores de la temperatura del calentador de agua caliente, aisladores de electricidad o extintores, que han significado que las tasas de mortalidad por quemaduras hayan disminuido en esta población, por lo tanto, se podría decir que las quemaduras son prevenibles. Sin embargo, estas estrategias aún no han sido aplicadas en los países de ingresos bajos. Por ello, el personal de enfermería debe saber clasificar correctamente los tipos de quemaduras y saber identificar el agente causal, así como el trascurso de la fisiopatología que sucede tras la agresión, conociendo también las alteraciones y complicaciones de estas. En este caso existen diiferencias significativas en cuanto al mecanismo de producción y dependen del lugar en que se produce el accidente. Las quemaduras domésticas más frecuentes son las producidas por líquidos calientes (escaldadura), fundamentalmente por agua y aceite, seguidas de quemaduras por sólidos calientes (plancha, estufa, etc.). De las quemaduras producidas en el hogar, aproximadamente el 70% corresponde a escaldaduras y el 20% a sólidos calientes. Por lo tanto, es de vital importancia una correcta actuación ante esta lesión, de forma metódica, tanto en su valoración y evaluación, para ofrecerle un servicio sanitario completo, bien sea mediante tratamiento hospitalario y/o tratamiento ambulatorio, incluyendo la profilaxis correspondiente si precisara y proporcionándole así una asistencia y cuidado integro. Se conoce que la mayoría de las quemaduras son tratadas en el ámbito de atención primaria por su gran efectividad ante el abordaje de estas heridas, por lo que es nuestro objetivo conocer la buena práctica del personal de enfermería ante las quemaduras. Para ello llevaremos a cabo una revisión bibliográfica como metodología de estudio.
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