Andante moderato

Acosar al artefacto.

Texto escrito durante años. Tantas las ciudades. Saber que no hay tránsito o contingencia que no sea estado. Una bondad en la palabra que lo acepta, entonces, porque ya propio.

Andante moderato, es un texto creado para una poética; como todas, inerte. Deíctica, la vanidad. Hallazgo, por aquél, de que he creído en la distancia respecto a la espera. Levantado el velo, una higiene o coherencia establece este hecho público y esta voz.

No creo que lo concluso sea una ficción; sí, la imagen y emoción de la solución. Voluntad que predetermina consecución desde la objetualización - su ser, dicho asequible -. Todo anhelo es, así, satisfecho; su adecuación - su corrección - confirmándose en lo íntimo y vívido.

Artífices, afectamos mecanismos que articulan cuanto decimos llamado a estructura para ser. Pero la necesidad es previa, pues es la nuestra. Montado el dispositivo, su acción o funcionamiento, justifica creencia. El hábito deja de afirmarle afectación. La creación hábil, su evolución, alejan la imagen de la trampa. No conocido, pues, el decoro de lo acontecido en eventualidad. Tarde cuando, el artefacto perdiendo coordinación, sólo puede descubrir firmeza en su ser concepto: su control, ya sólo deseo.

Poética del acoso.