DONDE MUEREN LOS GATOS

Analizando su propia condición frente al mundo que le rodea, en ocasiones con comicidad infantil, va descubriendo al lector un aspecto fascinante de su vida, una herencia de la que muchas generaciones han sido albacea. Por medio de sus propios ejercicios de introversión, entre juegos y sensaciones, acerca al lector experiencias capaces de identificarnos a muchos de nosotros y de hacernos disfrutarlas como propias en unos escenarios que, en ocasiones, empapan los sentidos.

Aun lejos de tratarse de cualquier autobiografía, sin teorías, pero con un gran conocimiento del medio, el todavía infante de este relato crea ambientes costumbristas y coloridos, bodegones vivos jugando con claroscuro, nos presenta a los distintos personajes de su historia, los describe y caracteriza en ocasiones a fuerza de impresiones y de sus propios actos cotidianos. Así que, de modo general, debido al dinamismo de los acontecimientos y que el protagonista es el propio narrador; es en cada experiencia, en cada vivencia, donde se acerca paso a paso a un propósito más que a un objetivo: conocerse a sí mismo y escrutar su realidad actual tratando de encontrar el génesis que conforma su persona.c