Tu amor compañero es un libro personal, un poemario dedicado al amor y al afecto. Una obra, como nos explica Francí Xabier Muñoz, dedicada «a cualquier persona que necesite o quiera expresar la complacencia de un amor auténtico y duradero». Aprovechamos la semana del Orgullo LGTB para compartir con vosotros nuestra conversación con el autor.
Francí, ¿cómo surgió la idea de escribir y publicar Tu amor compañero?
Por las prisas. Ocurrió algo trágico e inesperado en mi entorno que me llevó a preguntarme si estaba invirtiendo mi tiempo en lo que realmente era urgente en mi vida. Me di cuenta entonces de que llevaba años con la idea de publicar algo de lo que tengo escrito para iniciar, así, una etapa nueva en mi afición por la escritura, una etapa que tuviera como objetivos concretos la publicación de libros y no la acumulación de los mismos en distintos ficheros del ordenador o de la nube.
Se acercaba el cumpleaños de mi pareja y recordé que, el verano pasado, había corregido ya definitivamente unos cuantos poemas que encuaderné para que mi familia política en EE UU me conociera y conociera, a través de mis versos, la relación afectiva que yo mantenía con su hijo, hermano, cuñado, sobrino y primo. Caí en la cuenta de que eso era lo único que tenía corregido, así que tenía que empezar por ahí.
Lo hablé con mi pareja, le planteé el proyecto, estuvo de acuerdo y lo pusimos en marcha con Bubok, que yo ya conocía de hace años y que era la única que podía ayudarme en este proyecto urgente y personalísimo.
El poemario es un recorrido por la trayectoria de nuestra relación de pareja, sobre todo por los efectos que en mí provoca una relación que se va haciendo estable con el tiempo y que me obliga a resetear mi concepto del amor y de la pareja. Los poemas están ordenados cronológicamente y, así, dan cuenta primero de los inicios de la relación y de la fase de duda que me asalta cuando soy consciente de que esa relación va para adelante, sobre todo cuando bato el récord de permanencia, que eran dos años. Ahí sufrí una crisis más o menos larga, pues sabía que para seguir con él tenía que renunciar a ciertas libertades que habían caracterizado toda mi vida y personalidad. Superada esa crisis, entramos en otra etapa de absoluta complacencia y entendimiento, hasta el punto de que él ha llegado a entender ciertas necesidades que yo he tenido siempre, como mi pasión por el estudio, la lectura, la escritura, la política… y otras necesidades que él al principio no compartía pero que ahora entiende perfectamente porque las tiene también él, y que forman precisamente la amalgama con la que ya sabemos que no nos vamos a separar por decisión propia. Así, llego hasta el último poema del libro, que refleja con nitidez el tipo de amor que yo siento por mi pareja. Lo percibo cuando se marcha a EE UU y me quedo tres semanas solo, algo que no había ocurrido en nueve años. No podía estar en nuestra casa, se me hundía, me pesaba el aire, no podía ni escuchar música ni ver televisión. Entraba en casa y me entristecía. Tuve que dormir en casa de mis padres y pasar la mayor parte del tiempo allí. Fue cuando escribí “Estos días”, el poema que cierra el libro.
¿Cuál es tu propósito con este libro?
Son varios. El más importante, como decía antes, es iniciar una nueva etapa en mi afición por la escritura, una etapa que tuviera como objetivos concretos la publicación de todo lo que tengo escrito y de lo que me queda por escribir. Por otro lado, yo quería agradecer públicamente a mi pareja la estabilidad y felicidad que había traído a mi vida, hacerle algún regalo que no olvidara nunca en reconocimiento a esa entrega y paciencia que me ha tenido. Pero al acercarse el Orgullo Gay me di cuenta de que el libro podía ser un mensaje valiente para todo el colectivo, especialmente para los jóvenes, ahora que revivimos ataques homófobos, después de años de aparente convivencia pacífica con el resto de la población heterosexual; de ahí surgió la idea de presentar oficialmente el libro en el marco del Orgullo. Es un libro con el que quiero transmitir la necesidad de hacer visible la afectividad gay, que también puede ser estable y duradera como la heterosexual, no siempre inestable y corta como, desde algunos sectores interesados, se quiere siempre hacer creer. El libro es una reivindicación orgullosa del amor gay, visible y público, que pueda convivir con otras formas de amor reconocibles en una sociedad abierta, tolerante y plural como la nuestra, y no sólo en los espacios públicos de convivencia o en la narrativa sino también en la poesía. Y es un mensaje contra la homofobia para recordar que los gays, como los heteros, amamos con el corazón y la cabeza, además de con el cuerpo. Es un mensaje contra ese estereotipo tan generalizado de que los gays sólo nos entregamos al amor cuando éste nos complace sexualmente o ni siquiera eso, que sólo buscamos sexo y no compromiso afectivo.
¿A qué tipo de lectores se lo recomendarías?
Parece obvio que el lector más interesado sea un hombre gay que se encuentre en las mismas circunstancias que yo, es decir, en una relación de pareja estable y complaciente, y que lea en mis versos una experiencia parecida o un sentimiento similar. Pero, en realidad, casi todos los poemas se pueden interiorizar por cualquier persona que necesite o quiera expresar la complacencia de un amor auténtico y duradero, aun cuando haya tenido que salvar algunos obstáculos. En ese sentido, creo que es un buen resumen de toda relación afectiva gay que cuesta trabajo construir para que permanezca en el tiempo, y en estos poemas se pueden reflejar, especialmente, todos aquellos que lo han dado todo para conseguir esa relación de pareja que siempre soñaron. Salvo algún poema personalísimo, como “Granada” o “Estaremos los dos”, el resto de los poemas creo que son asumibles por quien tenga o haya tenido una experiencia afectiva intensa y alargada en el tiempo, aunque ahora ya no la tenga, quizás.
¿Cómo ves la visibilidad del colectivo LGTB en la literatura? ¿Crees que falta mucho por hacer en este sentido?
En cuanto a editoriales de temática gay y narrativa publicada, creo que se ha avanzado mucho en los últimos años, aunque indudablemente mucho más en narrativa que en poesía. ¿Quién nos iba a decir hace veinte años que habría editoriales de temática gay, librerías, concursos literarios, etc.? Otra cosa distinta es la temática gay dentro de la literatura convencional, la que recibe premios y obtiene reseñas en los suplementos culturales de los grandes periódicos. Y otra cosa distinta es también la visibilidad de los autores gays. En estas dos últimas cuestiones creo que se tiene que avanzar todavía más. En cuanto a poesía, es habitual publicar poemas de amor y desamor pero ocultando siempre al destinatario real de esos poemas, y es también habitual deducir la orientación sexual de algunos poetas, que algunos revelan incluso en los poemas pero, como digo, preservando siempre el nombre del destinatario de los poemas. Yo quería hacer algo distinto: publicar como poeta gay y, al mismo tiempo, hacer un reconocimiento público a mi pareja.
Háblanos de tus influencias a la hora de escribir.
No puedo reconocer una influencia concreta porque no tengo poetas favoritos, así como no tengo cantantes favoritos. Soy de poemas y canciones más que de poetas o cantantes. Poema que me gusta, poema que analizo, explico y archivo. Tengo una colección inmensa de poemas favoritos que clasifico por temas y, ahora recientemente, también por autores. Yo leo y recito muchísima poesía, de poetas reconocidos, premiados y publicados. Siempre intento aprender de su forma de expresar, pero no sé si lo consigo.
Cuando empecé a escribir, con diecisiete años, estuve muy influenciado por Pablo Neruda y los poetas de la Generación del 27, pero porque los estudié con intensidad gracias al interés por ellos que nos transmitió mi profesora de Literatura, Soledad Izquierdo, a quien debo sin duda alguna mi pasión por la poesía. Ella fue quien me animó a seguir escribiendo y ella era quien me señalaba, en aquellos primeros poemas, las similitudes de algunos de mis versos con Neruda, Aleixandre, Guilén, Salinas, Cernuda… Pero esos poemas todavía no los tengo publicados.
Tu amor compañero es un poemario para un lector que entiende de emociones afectivas, fundamentalmente, y no de disquisiciones intelectuales acerca de conceptos metafísicos o estéticos. Es una poesía para la mayoría, porque yo quiero que me entiendan, yo quiero llegar al corazón más que al cerebro, a la emoción más que a la reflexión, a la vivencia afectiva más que a la razón intelectiva. Lo que me importa, ante todo, es que mi poesía esté bien escrita y toque la fibra, llegue al entresijo de los afectos del lector para que éste suspire de complacencia o de melancolía, pero que suspire. Eso lo lograré más en algunos poemas y en otros menos, claro está.
De hecho, en este libro que publico ahora he recibido opiniones muy variadas de amigos y lectores que me han expresado su complacencia con unos poemas y con otros no. Y lo curioso es que cada lector tiene su poema favorito en este libro. Y yo también tengo los míos. Pero me ha sorprendido la variedad de gustos que hay en cada lector de estos poemas. Esa variedad está dentro de cada lector, cada uno encuentra en un poema su emoción, su vivencia, su reflejo de lo que alguna vez ha vivido o está viviendo. Esa debe ser, en mi opinión, la magia de la poesía.
Cuéntanos cómo está resultando tu experiencia de publicación y difusión.
Todo es nuevo para mí. No me animé a intentar publicar este libro con editoriales convencionales, primero porque era un capricho muy personal y, segundo, porque no tenía ya tiempo para enviar manuscritos. Así que recurrí a Bubok, a pesar de que al principio de su trayectoria novedosa, la autopublicación estaba muy desprestigiada. Hoy ha cambiado el panorama, sobre todo gracias a la difusión de los libros digitales.
Sin embargo, es difícil hacerse un hueco y dejarse ver en el mundo editorial. Ahora bien, estoy aprendiendo mucho gracias a Bubok, precisamente, y voy avanzando poco a poco porque no tengo tiempo para hacer distintas acciones promocionales al mismo tiempo. Hasta ahora, he hecho tres presentaciones, una en la Fundación Triángulo, en el marco de las actividades del Orgullo Gay Ciudadano 2016; una entrevista en el programa “Entre la gente” de 10Radio, conducido por David Enguita; y alguna reseña que otra en algún medio de comunicación gay. Ahora toca patearse algunas librerías de Madrid e insertar mi libro en algunas webs y blogs literarios. Pero cuesta mucho hacerse oír y ver sin el respaldo de un gran grupo editorial detrás.
De ahí que sean tan necesarias editoriales independientes como Bubok que, al menos, nos permiten publicar aquello que hemos escrito y compartido durante años solo con amigos y conocidos. No publico para ganar dinero ni para dedicarme profesionalmente a esto sino para ver publicada mi literatura, para tener una oportunidad de difundirla, obviamente.
¿Qué recomendarías a otros autores que se lancen a la aventura de publicar?
Que tengan mucha paciencia y que no decaigan. Hoy en día es muy difícil ser un escritor reconocido o famoso porque la industria editorial, como otros muchos sectores, es muy corporativa y hay una alianza entre grandes medios y grandes editoriales para promocionar sólo lo que interesa a ambos. Es muy difícil destacar si no estás dentro o si no conoces a alguien dentro del mundo editorial. De ahí tanta editorial independiente que ha proliferado en las últimas dos décadas, especialmente desde la irrupción de Internet. Igual pasa en otros medios, por ejemplo, en el periodístico. Creo que, a día de hoy, en cualquier actividad artística o intelectual, hay dos planos: el que interesa a los grandes medios y el que se difunde por Internet. Lo más difícil es la promoción del libro y a mí, particularmente, lo que más me cuesta porque no dispongo del tiempo necesario para incardinar múltiples acciones promocionales y hacer un seguimiento adecuado de todas ellas.
Por último, ¿qué le dirías a los lectores posibles para animarlos a leer Tu amor compañero?
Que la poesía aporta magia cada día. Yo he aficionado a muchos amigos a la poesía porque llevo años compartiendo con ellos, vía correo electrónico, poemas propios y ajenos. Y siempre recomiendo lo mismo, leer despacio o recitar un poema cada día y, quien pueda, tres cada día, uno al desayuno, otro a la comida y otro a la cena. Se convierte en una medicina. Así lo hago yo desde mi adolescencia. La poesía tiene la virtud de decir quizá las mismas cosas que la narrativa pero de distinta manera, lo que nos hace viajar con la imaginación, con el sentimiento, con la emoción o con la reflexión, a ciertos parajes que muchas veces ni habíamos pensado que podrían existir y que podríamos disfrutar. Lo importante para disfrutar de la poesía es pararse a pensar qué es lo que nos está intentando expresar el poema, y para eso es imprescindible que nos lo expliquemos. Cuando hacemos eso, descubrimos pensamientos o sentimientos en nosotros mismos que nos hacen aprender y, por tanto, crecer. Cada día de mi vida lo aprovecho mejor si he recitado y explicado algún poema (siempre que me guste, claro) porque en ese poema siempre hay encerrado algo que o coincide con mi vivencia o me descubre algo nuevo que yo no sospechaba. Y, en concreto, en Tu amor compañero se podrá encontrar la expresión adecuada para abrazar a la pareja actual o recordar a la que marcó una etapa de la vida. Son poemas sencillos, accesibles, aunque no exentos de alguna que otra incógnita que cada lector tendrá que interpretar, pero en general son poemas escritos para expresar la felicidad por amar y ser amado con autenticidad, lealtad y convicción en un futuro en común. Si el lector tiene eso, lo tuvo o lo quiere tener, en Tu amor compañero podrá encontrar los versos que expresen esa complacencia.
Esperamos que os haya resultado de interés la experiencia de Francí. Tu amor compañero está a la venta tanto en nuestra web como en tiendas asociadas y, por supuesto, en nuestra librería física de Madrid. ¡Os esperamos!