Para muchas personas, escribir, además de un trabajo, es una vocación. Si buscas en internet, encontrarás miles de consejos que pretender ayudarte a conseguir tu objetivo. Pero tienes que tener claro que solo eres tú quien tiene que decidir cómo va a ser tu historia y que tono va a tener. Sin embargo, nunca sobran los consejos de aquellos que alguna vez estuvieron en tu lugar pero que superaron todos los obstáculos y ahora son autores de éxito.
Para lograrlo, necesitas que tu libro y tu estilo resalten por encima de las demás. Un guiño que hará diferente tu historia y que conseguirá que esta destaque será el uso que hagas de los sentidos. De esta forma, por ejemplo, lograrás redirigir las emociones y los pensamientos de tus lectores en la dirección que tú quieras. Muéstrales el mundo que estás creando para ellos a través de descripciones en las que estén implicados el gusto, el tacto, la vista… Asocia palabras con olores que se reconozcan fácilmente, como por ejemplo, el olor a fresa, a hierba recién cortada o a frescor.
Sugiéreles a tus lectores cómo deberían sentir sus órganos sensoriales. Así conseguirás que entiendan qué está pensando tu personaje. Esta es una buena forma de diferenciar tu libro del resto.
Todo esto suena muy simple, sin embargo, necesitas saber cual es la mejor manera para llevarlo a cabo. Para que esta técnica tenga éxito, comienza incluyendo información correcta sobre nuestros sentidos al principio de tu libro y a continuación, vete añadiendo regularmente más detalles en cada escena o capítulo.
Nunca des por hecho que tu personaje lo ve todo. Describe las situaciones usando palabras sensoriales cuando sea posible y asegúrate de que las descripciones están contadas desde la perspectiva del personaje. Por ejemplo, un poeta siempre verá las cosas de diferente manera que un científico. A veces, describir los sentidos puede resultar algo complicado. Trata de investigar como lo hicieron otros autores y sigue su ejemplo.
Escribir un libro usando tus sentidos es muy diferente al uso que les damos diariamente. Sin embargo, no los dejes fuera de tu historia. Este estilo de escritura es perfecto para ayudarte a que no te inhibas, a que vivas el mundo que estás creando desde dentro. Una vez que lo logres, verás como la calidad de tu escritura y de la historia que estás contando mejora considerablemente.
Si estás terminando la tuya, recuerda que puedes informarte sobre cómo publicar con nosotros aquí.
Muchas gracias por estos consejos. En la próxima obra de ficción que escriba espero ponerlos en práctica aunque tal y como se comenta en este artículo, en ocasiones puede no resultar fácil.
Como todo supongo que es a base de trabajo y orientación.