El narrador que utilices para contar al lector tu historia es un elemento fundamental para que tu obra tenga éxito. Antes de comenzar es imprescindible que elijas entre los tipos de narradores que exiten cuál vas a utilizar, de ello dependerá que tu lector reciba la información tal y como tú has planeado. A continuación, te explicaremos los más comunes para que puedas tomar la decisión correcta.
Tipos de narradores: cuál utilizo para escribir mi obra
- Narrador en primera persona
Este es un narrador interno. El más habitual es el narrador protagonista. El narrador principal es quien cuenta la historia. Debes tener en cuenta que este tipo de narrador relata los hechos desde su propio punto de vista. Por lo tanto, el lector no podrá conocer con total seguridad aspectos de otros personajes como, por ejemplo, sus sentimientos. Tampoco puede saber si le están o no mintiendo.
El narrador interno también puede ser testigo o puede narrar también en forma de monólogo interior.
Una de nuestras últimas publicaciones, Sol y Luna, está narrada en primera persona.
- Narrador en tercera persona
Es un narrador externo, cuenta los hechos en tercera persona. El más común es el narrador onmisciente. Conoce todo a cerca de la historia que estás escribiendo y sobre los personajes que forman parte de la obra. Tiene la capacidad de saber cómo se sienten los personajes, qué piensan o cómo van a actuar en determinado momento. Transmite su conocimiento desde fuera. A diferencia del narrador interno, este no es un personaje. Es externo.
La novela La mirada del irlandés, por ejemplo, está narrada en tercera persona en forma de narrador onmisciente.
En tercera persona también puedes usar el narrador equisciente que se centra en un solo personaje o el narrador deficiente que no tiene todo el conocimiento de los hechos. No da su visión de lo que sucede.
El narrador interno y externo pueden combinarse. Hacerlo no es bueno ni malo, solo debe responder a lo que deseas trasmitir en tu obra.
- Narrador en segunda persona
Este es el más complicado y que el exige una técnica bastante depurada para que se pueda llevar a cabo correctamente. Por este motivo también es uno de los menos utilizados. En este caso el narrador está apelando continuamente al lector.
Segundas personas, ganador del concurso de Creación Literaria Bubok – Lengua de Trapo, es un ejemplo de este tipo de narración.
Ni peor ni mejor: Elige el que se ajuste a tu historia
No hay un narrador mejor que otro. Pero sí es importante que antes de comenzar a escribir elijas el tipo de narrador o los tipos de narradores que vas a utilizar. Como te decíamos arriba, piensa en tu objetivo. Ve también a lo fácil, no te compliques. Si se te da bien narrar en primera persona, elige ese. Piensa también en el género que estás escribiendo y cuál es el tipo de narrador que se usa en este tipo de obras.
Sigue también la tendencia del momento, ¿por qué no? Si todas las obras que se están publicado, están escritas con un narrador en tercera persona y ese va bien con tu historia y tú dominas la técnica, no tienes que pensar más. Ese es el correcto.
El último consejo para ayudarte a elegir correctamente el tipo de narrador sería que es muy importante que conozcas a la perfección qué implica narrar en una u otra persona, las ventajas y los inconvenientes de cada uno. Fija un criterio y siguelo durante todo la novela. Por ejemplo, para el lector sería incomprensible una obra que tiene un párrafo escrito en primera persona y la siguiente en segunda. Si marcas una norma a seguir desde el primer renglón que escribas, evitarás este tipo de fallos.
Te invitamos a que nos dejes un comentario en este post contándonos qué tipos de narradores sueles utilizar en tus obras y trucos para ayudar a tu colega escritor a elegir el correcto.