Como creador, es posible que alguna vez hayas sufrido el síndrome de la página en blanco. Centrándonos en los escritores, el gremio que nos ocupa, podríamos definir este síndrome como la incapacidad de generar nuevos contenidos, es decir, “el miedo” ante la página en blanco que nos impide llenarla con nuestras ideas.
Sufrirlo es realmente frustrante, en especial si tu trabajo depende de ello. El origen del síndrome de la página en blanco puede tener varias causas:
- Falta de confianza
- Ansiedad
- Estrés
- Frustración
- Miedo al resultado
Como ves, las causas son muchas y variadas. Si estás en esta situación, puede venirte bien analizar el origen del problema para ponerle solución. En cualquier caso, aquí te proponemos algunas soluciones para combatirlo.
Síndrome de la página en blanco, cómo evitarlo
No hay mal que dure cien años
Ante todo, calma. No sufrirás del síndrome de la página en blanco para siempre, puedes estar seguro. Si algo caracteriza a este síndrome es su carácter transitorio. Sea cual sea la causa, tarde o temprano darás con ella y podrás ponerle remedio.
Mientras el problema esté presente, intenta ser paciente contigo mismo para evitar que la frustración o la ansiedad crezcan. Créenos, culparte o sentirte peor no van a servir para nada.
Tolerancia con las ideas
No descartes ninguna idea. Por muy loca que parezca, cualquiera puede amoldarse a tu historia y sacarte de ese estado de bloqueo. Lo fundamental en este momento es tolerar sin juzgar: en el momento en que cuestionamos la validez de una idea, caemos en el círculo vicioso de miedo al resultado -> ansiedad -> bloqueo.
Más bien, juega con ellas. Anótalas, diviértete fantaseando y sobre todo no pienses en su utilidad. Si alguna vez has participado en un proceso de brainstorming sabrás que está totalmente prohibido valorar las ideas en el momento de compartirlas, porque lo que se intenta es precisamente fomentar un flujo constante. Entrar en valoraciones distrae del proceso creativo y además sitúa nuestras mentes en una tarea distinta a la creación propiamente dicha.
Intenta evadirte
En Bubok no somos grandes defensores de las musas y preferimos que nos encuentren trabajando. Sin embargo, descansar es un capítulo más de la historia y saltárselo puede llevarnos al agotamiento, con los problemas que ello acarrea.
Si necesitas dormir, descansar o tomarte un respiro, no pienses que estás perdiendo el tiempo, todo lo contrario. Dejar tu proyecto en barbecho ayudará a recoger mejores frutos cuando vuelvas a sentarse frente a la página en blanco.
Si eres de los que no puede parar de trabajar, simplemente cambia de tercio. Céntrate en un proyecto diferente, haz las tareas del hogar… Apartar tu mente de un proyecto te ayudará a verlo con una perspectiva diferente cuando lo retomes.
Revisa el trabajo de otros
Antes de profundizar más en este punto, queremos dejar claro que el trabajo de otros artista debe ser solamente una fuente de inspiración, y que debemos respetar en todo momento la propiedad intelectual.
Sin las influencias de otros creadores sería imposible trabajar, ahora bien, no debemos confundir inspiración y plagio. Dicho esto, leer es la fórmula más obvia para dejar que las ideas asomen. Visita exposiciones,
Aprovecha para corregir
Si no quieres despegarte de tu obra pero te es imposible avanzar, vuelve atrás. Leer lo que ya has escrito hará que recuerdes ideas que tuviste en el pasado y que no llevaste a cabo. Puede ser una buena oportunidad para rescatarlas, anotarlas y desarrollarlas más adelante.
Además, releer tu trabajo te ayudará a verlo con una perspectiva. Evita este paso si crees que puede llevarte a una espiral de «no me gusta, debo volver a empezar, todo lo que he hecho no ha servido para nada».
Utiliza técnicas de escritura
Estos métodos están pensados específicamente para plantarse ante la página en blanco con el único propósito de «mancharla» sea como sea. Aquí te dejamos algunas de las más comunes:
- Lluvia de ideas. Escribe palabras clave, dedica un rato solo a las ideas y cuando termines, decide cuáles son válidas y cuáles no.
- Prompts de escritura. Os hemos hablado de ellas en nuestro blog en alguna ocasión. Existen muchísimos en las redes sociales y no son más que disparadores creativos.
- Técnica de la escaleta. Completar la estructura de un relato, como si de un edificio se tratara, puede ayudarnos a ponerlo todo en perspectivas. Escribe aunque solo sea para establecer esa estructura y el resto vendrá solo.
Si has logrado vencer el síndrome de la página en blanco, cuéntanos qué técnicas que han funcionado y cuáles no. ¿Hay alguna que definitivamente no te haya servido? Nos encantaría saberlo.
¡Hasta pronto!