Calendario 19 / septiembre / 2017 Cantidad de comentario Sin Comentarios

Un error común en muchos escritores es creer que el personaje principal es el que más importa, pero los personajes secundarios son, en muchas ocasiones, verdaderos protagonistas.

Algunos personajes secundarios que absorbieron protagonismo

¿Qué sería de Don Quijote sin Sancho Panza? Ese hombre bonachón que se podría decir que es la parte centrada y racional del propio Don Quijote, lo que le convierte en un aspecto fundamental e imprescindible del relato.

Harry Potter no habría sido lo mismo sin sus inseparables amigos Ron y Hermione. Su activa participación en el desarrollo de la historia y en la evolución de la personalidad de Harry hacen que sean fundamentales.

Fermín Romero de Torres, vagabundo en “La sombra del Viento”, pasa de ser un personaje secundario y lejano, a uno de los principales por el desarrollo de su personalidad y de su relación con el protagonista.

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La importancia de los personajes secundarios

A la hora de escribir una novela hay que tener en cuenta que los personajes son igual o más importantes que la propia trama del libro.

De nada sirve tener la mejor idea del mundo para una historia, si los personajes que creamos son mediocres y no saben captar la atención del lector.

Como escritores, hay que saber aprovechar la fuerza y la magia que los personajes secundarios pueden dar, cómo pueden atrapar a los lectores o, incluso, como pueden influir en ellos.

Si se tienen varios personajes en la obra, es interesante que desarrollen diferentes personalidades y formas de ser para que el público que lo lea se pueda sentir identificado y quieran saber más de ellos.

Personajes secundarios que cautivan

 

El poder del escritor

Imaginad un hombre, de mediana edad, en una novela de ciencia ficción cuya única función es decir frases graciosas o estar presente en determinadas escenas sin tener apenas dialogo.

Hace su función de personaje secundario, ¿no?

Ahora, imaginad a ese mismo hombre, evolucionando hasta formar parte de la propia trama. Sin robar protagonismo al personaje principal, pero influyendo en su forma de actuar y en el desarrollo de la historia.

Suena mejor, ¿verdad?

Ese es el poder que vosotros, como escritores, tenéis en vuestra mano para cautivar a los lectores y hacer que se identifiquen con algunos de vuestros personajes. Y ese es, también, el poder que tenéis para conseguir que se “enganchen” a vuestra obra y quieran más y más.

A veces pueden surgir problemas al esforzarse tanto en que los personajes cobren vida, pero no tengáis miedo.

Esos errores de incongruencia, estilo, saltos en la narración, etc., se suelen ver y corregir en la fase de corrección tanto si lo hacéis vosotros mismos, como si contratáis servicios profesionales para que os ayuden a pulir el estilo del libro.

Esperamos que os haya resultado interesante este artículo, si se os ocurren más ejemplos de personajes secundarios que absorben el protagonismo o queréis añadir algo, no dudéis en contestar a este post. ¡Hasta Pronto!

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