Fue un marzo de 1917 cuando Virginia Woolf y su marido Leonard Woolf instalaron en su casa londinense de Richmond, una pequeña prensa de mano. Nacía así, el sello editorial independiente Hogarth Press. Virginia decidió autoeditarse al encontrar que el sector editorial no estaba dispuesto a reconocer el trabajo de una mujer.
«Para mí “esta es la clave”, dice Isabel Miralles, autora del libro Metagestión para hacer realidad tus sueños. En lugar de intentar aprender y ganar con “las reglas de juego” de una sociedad del pasado, que te deja fuera de la partida a la primera de cambio. Yo apuesto por crear “un nuevo juego”, al que todas las personas podamos jugar en igualdad. Cambiar las reglas del juego autoeditándose es una genialidad».
Charlamos con cuatro escritoras que en estos últimos años se han lanzado a la autoedición con Bubok. Reflexionamos sobre cuestiones de género en el ámbito literario y la autoedición.
Ana Azpilicueta, autora del cómic #Como Cabras encuentra una semejanza hoy día con el proyecto de Virginia Woolf. «La autoedición supone luchar por una idea. Si realmente crees en tu proyecto y tienes los medios para hacerlo, vas con todo. Y si no tienes los medios, te los inventas. Yo creía en mi proyecto, creía en mi personaje y me lancé a pesar de las negativas de las editoriales».
En este mismo sentido María Reina, autora del libro Tú, considera que la autoedición es sinónimo de libertad, de hacer sueños realidad y de presentar tu arte al mundo. Sin condiciones ni barreras.
«Cambiar las reglas del juego autoeditándose es una genialidad»
Siguiendo con Virginia Woolf, hace más de un siglo emitió una frase que se ha hecho célebre en el mundo literario: «Para la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer». Preguntamos a nuestras autoras que queda de esta sentencia hoy día.
«Quizás no tanto como antes, pero considero que siguen existiendo diferencias en cuanto al salario, al acceso a los cargos de más responsabilidad y problemas de conciliación entre la vida familiar y laboral». Dice María Reina.
María Rodríguez, autora de No solo duelen los golpes afirma con rotundidad que existe esta brecha en el sector.
En el caso de Isabel Miralles, sin considerarse experta en el sector editorial, apunta que evoluciona al mismo ritmo que el resto de sectores. «Por un lado, en general, las mujeres tenemos un sentido mayor de “vergüenza” y poca autoestima de lo que somos y sabemos, y quizás por ello hemos accedido menos a “publicar”. Por otro lado, el no hacerlo ha ido generando menos referentes, que eso también limita la confianza en nosotras».
Ana Azpilicueta celebra vivir en un momento en el que puede firmar con nombre y apellidos bien orgullosa. Y añade que hay autoras como Sara Fratini, Lola Vendeta, Agustina Guerrero o Flavita Banana que están dejando el pabellón muy alto. Y sobre todo, que dan fuerzas a chicas como ella para seguir abriéndose camino en el mundo de los libros y el cómic.
«En general, las mujeres tenemos un sentido mayor de “vergüenza” y poca autoestima de lo que somos y sabemos, y quizás por ello hemos accedido menos a publicar»
Al entrar en Bubok, nos ha llamado la atención el número de mujeres que conforma el equipo. Un 90%. Ana Cuervo, directora editorial de Bubok nos confirma que, como en el resto de sectores, la presencia de las mujeres es cada vez mayor.
Sin embargo, el acceso a los cargos de responsabilidad, según datos del Gremio de Editores, continúa sin ser real. El sector editorial está dirigido en un 80% por hombres. En puestos de menor responsabilidad, este porcentaje se invierte.
Sergio Mejías, director de Bubok España, apunta que se trata de un sector con una gran presencia de mujeres. Considera que no es tanto una cuestión de brecha como de tiempo. «Las mujeres apenas llevan 30 años incorporándose de forma masiva al mercado laboral y se necesita más tiempo para que vayan ascendiendo en los escalones laborales.»
La literatura feminista debería ser universal y global
Según el Instituto de la Mujer para la igualdad de oportunidades, en cuanto al reconocimiento de las mujeres en el mundo de la cultura, el 30% de los premios del libro y las letras del pasado año fueron otorgados a mujeres. Tan solo en la categoría de narrativa infantil y juvenil el porcentaje roza la paridad.
María Reina tiene la sensación de que cada vez son más las escritoras que están rompiendo las barreras de la sociedad actual, remando a contracorriente desde la ficción, la poesía o el ensayo.
Y es que, eso de que las mujeres escriben sobre temas de mujeres es algo que cuestiona María Reina. «Creo que esa afirmación es simplemente un mito. Las escritoras escriben para mujeres pero también tienen muchas cosas interesantes que contar a los hombres. La literatura feminista debería ser universal y global».
Isabel Miralles se pregunta a qué llamamos temas de mujeres y sentencia que,”sobre tema de mujeres, es normal que escribamos las mujeres, como temas que desde nuestra perspectiva nos preocupa o interesan. Lo que ocurre es que hay muchos temas que definimos de “mujeres” que no lo son, que son de las “personas”; pero que hemos etiquetado de esta forma y hacemos excluyentes al resto, asumiendo un protagonismo que deberíamos compartir. Temas como la familia, las relaciones humanas, la belleza entre otros”.
«Hay muchos temas que definimos de mujeres y que son de las personas»
Desde el pasado septiembre hasta hoy, el 60% de las obras editadas en Bubok están escritas por mujeres. Además, los tres libros más vendidos este año, están firmados por mujeres.
Cabe preguntarse, ¿es la autoedición la alternativa para tener más títulos de mujeres en las librerías?
María Reina, desde su experiencia como profesora y escritora, afirma ver con sus propios ojos las pocas autoras que figuran, por ejemplo, en los libros de texto de los centros educativos.
Isabel Miralles reflexiona sobre este asunto. «Las mujeres tenemos que decidir dar un paso al frente en muchas áreas, actividades; tenemos que dejar de pensar que somos lo que nos dicen y encontrar realmente nosotras nuestra verdadera identidad como personas; sólo así daremos un paso al frente, sólo así dejaremos de ver puertas cerradas donde no las hay, sólo así encontraremos SUEÑOS que no haya nada ni nadie que nos impida hacerlos realidad».
Este viernes 8 de marzo, todas ellas se suman a la celebración y reivindicación por el Día Internacional de la Mujer. Les preguntamos qué significa este día para ellas.
«El 8 de marzo, es un altavoz para contar lo que hacemos, sentimos y luchamos a diario». Ana Azpilicueta.
«Yo soy mucho de “celebrar”, los días de celebración “tomas conciencia” de aspectos que en el día a día los tienes en el inconsciente y por tanto te están influyendo pero no los estás racionalizando. En este sentido, el día 8 de marzo es celebración, donde focalizamos la atención en las mujeres y celebramos todo lo que hemos avanzado en nuestras dificultades. Todo lo que hemos logrado, individual y colectivamente». Isabel Miralles.
María Reina aporta que este día es importante para dar visibilidad a la mujer en el sector de la cultura; mostrar al mundo todo aquello de lo que somos capaces. En la misma línea, María Rodríguez argumenta que es un día para hacernos un poco más visibles y demostrar que sabemos escribir y que estamos muy capacitadas para hacerlo.
Y es que, como afirma el colectivo de Mujeres del Libro por la igualdad, sin mujeres no hay cultura.