Entrevista con Pepa Penadés, autora de ‘La casa frente al mar’

«Revisitar el pasado nos puede servir para mejorar el presente»

Finalista del Premio Nadal de Novela 2016 y ganadora de varios premios literarios, Pepa Penadés deslumbra con su prosa en una novela que oscila entre el pasado y el presente, entre la realidad y la ficción, como se mueven las olas de ese mar frente al que su protagonista intenta reinventarse.

“La casa, a pesar de su destartalada apariencia, se mantiene firme sobre sus obstinados cimientos. La mujer, a pesar de su esmerada presencia, tiembla de la cabeza a los pies, sujetando con obstinación el peso de su ánimo sobre la tierra”. Vaya ‘duelo’ de inicio el de las dos protagonistas de tu libro…

Sí, más que un ‘duelo’, diría yo que es un paralelismo: aunque son diferentes en apariencia, la casa y su dueña son iguales por dentro, en esencia.

Inés deja la capital, el éxito y un marido infiel para volver a la tierra y al mar de su infancia. ¿Busca un nuevo futuro regresando al pasado?

Es una buena forma de decirlo. Pero no vuelve al pasado original, pues ese ya no existe, vuelve a sus escenarios familiares para deconstruirlos y, así, edificarlos de nuevo desde su presente.

Inés ‘hereda’ de su padre el amor por contar historias, el abuelo le inculca el amor por el teatro. ¿Y tu amor por la escritura, de quién viene?

Me viene por parte de mi padre, que era un gran lector y, además, escribía muy bien. Pero también me viene por parte de mi madre, que era una gran contadora de historias, aunque lo hiciera de forma oral.

¿Cuánto de ti hay en Inés?

Como ella, he tenido que reinventarme para comenzar de nuevo. Aunque nuestras profesiones y nuestras familias son bien distintas, creo que tenemos algunas semejanzas: el amor por la literatura y el teatro, el arraigo a la tierra y a nuestros seres queridos (incluso si tuvimos que marchar a buscar trabajo en otro lugar). Por lo demás, Inés y yo no nos parecemos tanto.  

La novela se mueve continuamente entre el pasado y el presente, ¿dirías que lo hace como ese mar junto al que tú vives y vive tu Inés?

Sí, es una bella forma de verlo. En su playa y la mía el mar baña la arena y se la lleva hacia adentro para, con el tiempo, devolver a la orilla esos diminutos granos en cada nueva ola, renovando su materia. Revisitar el pasado nos puede servir para mejorar el presente, si nuestra mirada es favorable.

«Como mi protagonista, he tenido que reinventarme para comenzar de nuevo»

«Inés vuelve a sus escenarios familiares para deconstruirlos y, así, edificarlos de nuevo desde su presente»

«Mis obras nacen de un chispazo, algo que se enciende en mi interior y que me empuja a querer saber, primero, y querer contar, después»

¿Qué representa para ti en esta obra la epidemia de COVID?

Es el contexto existencial que me permite vincular a los personajes principales de mi novela, a pesar de la distancia física que hay entre ellos. El confinamiento los separa, literalmente, pero también los une, emocionalmente. Una epidemia así cuestiona de forma dramática nuestro presente y pone en valor lo que realmente es importante, permitiendo que nuestra voluntad sea más diáfana. Al menos es lo que les ocurre a Inés, Berta, Julián y Mateo.

Los hombres del presente de Inés son su marido y su hijo. ¿Qué suponen cada uno de ellos en la historia?

Julián, el marido, se convierte en el acicate para que Inés regrese a la Malvarrosa. Quizá no hubiera vuelto si no le hubiese comunicado su infidelidad. Así que no puede odiarlo por eso, porque la libera de un trabajo y de un lugar que, para ella, ya eran asfixiantes, aunque la causa que provoca tal abandono le parezca repulsiva; tampoco puede dejar de amarlo de repente, son muchos los años compartidos y las emociones transmutan lentamente. En esa dicotomía se encuentra, cuando la evolución del COVID hará que se replantee su futuro con él o sin él, en cualquier caso, que asuma honestamente sus emociones.

Mateo, el hijo, se convierte en su compañero de viaje (aunque naveguen en barcos diferentes), es su cómplice. De su mano se acercará a Berta, o eso pretende la madre. Mateo se convierte en una pieza fundamental para que Inés consiga su objetivo: que su amiga interprete a Libertad en La casa frente al mar. Aun sin saber si su hijo conseguirá su propósito no puede estarle más agradecida, ni quererlo más, ni tenerlo más cerca que antes frente a un mismo mar.

Una sorpresa, un misterio, un homenaje. ¡Que no te la cuenten!

El propósito de Inés es construir un teatro en el que representar una obra basada en la mejor amiga de su abuelo, Libertad. El lector irá, poco a poco, descubriendo quién es Libertad y quién es su padre, el escritor… ¿Qué te han dicho aquellos que ya han leído tu novela y saben qué esconde?

Me han dicho que desconocían la verdadera personalidad de Libertad, su vocación y la relación estrecha, y a la vez lejana, que tuvo con su padre. Me dieron datos nuevos sobre el escritor, por ejemplo: que cuando estuvo en Argentina se codeó con Anatole France, años antes de que le concedieran el Nobel de literatura a este escritor francés y de que el padre de Libertad fuese candidato al mismo Premio dos años después.

También me comentaron que visitaron la Malvarrosa con mucho gusto, después de leer la novela, recorriendo los escenarios que aparecen en ella en un presente que los desdibuja o enaltece, según los casos.

¿Cómo nacen tus obras? ¿Ya hay una nueva historia pidiendo salir?

Nacen de un chispazo, algo que se enciende en mi interior y que me empuja a querer saber, primero, y querer contar, después. Una idea que me inquieta y me atrae al mismo tiempo, sobre la que siento la necesidad de documentarme y de sumergirme en el mundo que la envuelve. Y en ese lugar van emergiendo personajes, a veces reales (tal como eran y, también, tal como me los imagino), a veces ficticios (con una idiosincrasia propia de la trama y la época en la que se encuentran).

Sí, hay una historia empujando desde adentro para salir a la superficie. Voy hilvanando ideas, argumentos y personajes. Todavía es pronto para contar más, pero me entusiasma seguir con este proyecto.