El Individuo Soberano es un libro que podría haberse quedado tras su publicación en 1997 en un interesante y enriquecedor análisis de diversos aspectos que han afectado a nuestra forma de organizarnos política y socialmente a lo largo de la historia, lo que en el libro se llaman “factores megapolíticos”. De hecho, esto es lo que ocurrió pues en sus primeros años fue un libro de tirada muy limitada para segmentos muy concretos del espectro intelectual más cypherpunk libertario, hasta que Peter Thiel lo popularizó a principios de la década de 2010.
No es de extrañar que haya sido así, pues comprender las implicaciones sociales consecuencia de la irrupción de internet y de la creación de valor en activos digitales todavía es algo circunscrito a personas con un conocimiento muy transversal y un background profesional muy concreto.
La irrupción de este nuevo tipo de activos ha pillado por sorpresa a multitud de intelectuales, economistas, profesionales de diversos ámbitos y ya no digamos políticos que siguen sin comprender los potencialmente disruptivos efectos que tendrá, personas en mi opinión demasiado acostumbradas a analizar la realidad con un esquema mental excesivamente conservador, esquema que por otra parte puede ser útil para analizar otros tantos aspectos de la realidad pasada, pero creo que no para analizar la actual y sobre todo la que nos espera durante las próximas décadas.
Las predicciones de El Individuo Soberano
Los acontecimientos de los últimos 15 años que se predecían en el libro de El Individuo Soberano entre los que destacan la explosión de las redes sociales, la polarización social a la que nos enfrentamos en los países occidentales, el cuestionamiento de valores que parecían inamovibles y del poder establecido, una deuda pública galopante, armamento autónomo (drones), pandemias que podrían ser aprovechadas por el poder para controlarnos y en especial, el surgimiento de un ciberdinero y una cibereconomía y metaverso fuera del control de nadie, hacen que El Individuo Soberano se haya popularizado en su versión original en inglés durante los últimos años en los que la adopción de Bitcoin se ha disparado, motivo por el cual era esperable una versión en Español.
Teniendo en cuenta su acierto en todas estas predicciones que ya se han materializado, parecería una buena idea tener en cuenta también las otras que todavía no, entre las que destaca sin duda la que hace referencia al progresivo debilitamiento de los Estados de bienestar tal y como los conocemos y el surgimiento de una nueva clase social, la de individuos soberanos, personas con suficiente poder de negociación como para potencialmente crear sus propias jurisdicciones.
La organización social según los autores
Para los autores, el factor megapolítico que más afecta a cómo nos organizamos socialmente es la lógica de la violencia o, mejor dicho, el equilibrio entre la extorsión y la protección, que a lo largo de la historia se ha movido sobre todo como consecuencia de la aparición de los activos fijos como la tierra desde el neolítico o desarrollos armamentísticos como la pólvora que se popularizaron en Europa desde el siglo XV.
El rápido crecimiento del número de personas con ingresos y patrimonio portátiles fuera del control Estatal, así como diferentes desarrollos tecnológicos, cambian por completo este equilibrio y nos adentran en la cuarta era de la humanidad tras la era de la caza-recolección, la agrícola y la industrial: la era de la información
El libro
El Individuo Soberano, en definitiva, lo que dará al lector es un completamente diferente esquema mental para analizar la realidad actual y la transición a esta nueva era en la que todo parece indicar, nos estamos adentrando inexorablemente.
Esta será la primera edición en español que se hace de El individuo Soberano. El Lanzamiento oficial próximo 27 de mayo, pero ya está disponible en preventa en Bubok con un 5% de descuento y su puesta de largo tendrá lugar durante la Feria del Libro de Madrid que empieza el mismo día.
El Individuo Soberano estará disponible para los lectores en tiendas físicas, grandes superficies y plataformas digitales.