Bubok sigue creciendo y hoy estamos realmente felices de poder anunciar que un nuevo sello editorial se une a nosotros: Harkonnen Books. Este es un sello editorial muy especial creado por el productor y director de cine y, también autor, Antonio Dyaz.
No dejes de leer esta amena entrevista en la que descubrirás todo lo relacionado con Harkonnen Books, su editor y su primer libro en este sello.
¿Por qué se te ocurre en plena pandemia lanzar Harkonnen Books?
Mi vida profesional y artística tiene tres patas: cine, música y literatura. En el cine todo se ha parado o modificado o retrasado; en la música ya no hay conciertos en directo… sin embargo los libros siguen ahí, en nuestras estanterías, y nos dan compañía, consuelo y cultura. Nunca fallan. Son el gadget ideal para una pandemia. Tanto si son de papel (átomos) como si son electrónicos (bits).
¿Tenías experiencia previa en el mundo editorial?
En el año 2000 monté con otros socios la primera editorial en castellano en Internet. Comprabas el libro y al instante te llegaba un PDF al correo electrónico, era revolucionario. Se llamaba Manuscritos.com, y editamos a grandes de las letras, como Fernando Arrabal, Pedro Maestre y otros muchos autores y autoras. Dar difusión al trabajo de los demás siempre me ha parecido un trabajo hermoso, por eso a los 19 años, con tres amigos del barrio, montamos el sello discográfico Hyades Arts, con el que editamos más de 30 CD’s de música electrónica y experimental. También dirigí la colección AutoZine para SGAE, publicando libros de cine a Liberto Rabal, a mí mismo o a Iury Lech. Así que el gusanillo del libro siempre lo he tenido. Espero que con Harkonnen Books el gusanillo sea una oruga, y se transforme en mariposa.
¿Qué tienen de especial los libros de Harkonnen?
Son cuadrados. Se pueden enrollar (en su versión física), sujetar el rollo con una goma del pelo y almacenarlos como lo hacían en las bibliotecas de la antigua Roma o de Alejandría. Contienen códigos QR, que ahora gracias a la pandemia todo el mundo sabe capturar y utilizar. Puedes leer el libro con una mano y con el móvil en la otra vas capturando códigos y accediendo a contenido multimedia. Todos cuestan lo mismo: 20 euros. Si vas al cine a ver “Tenet” (dos horas y media) no pagas más que si vas a ver la última de Woody Allen (una hora y media). No vendemos papel al peso, vendemos obras. Y no hay línea editorial: poesía, ensayo, novela, libros de divulgación, letras de grupos musicales, reedición de libros descatalogados…
Háblanos de Asesino Binario ¿es realmente una novela de ciencia ficción?
Cuando estrené mi primer largometraje, “Off” (2002) era una película de ciencia ficción. Pero ya no lo es, porque los dispositivos que entonces eran fantasía hoy se venden en Amazon. En el caso que nos ocupa la novela tiene mucha actualidad, en forma de personajes conocidos y de tecnologías muy de vanguardia pero que ya existen, como las impresoras 3D, o las criptomonedas. El ritmo es trepidante, es muy divertida, con mucho humor, mucho sexo y situaciones disparatadas. Todo ello en localizaciones de película de James Bond: Tokio, Turín, Madrid, Dubai… ¡o Benidorm! Sin embargo, si te apetece rascar un poco bajo esa primera capa lúdica, existe una premonición del futuro del ser humano. Me interesa mucho el transhumanismo, el cyberpunk, la invasión de la tecnología en el cuerpo, la digitalización del alma…
¿Puede competir una novela con una serie de HBO, Netflix, etc.?
Esa es precisamente la idea de “Asesino Binario”. Se consume en aproximadamente 55 minutos (esto depende de la velocidad de lectura, claro). Y ese es el tiempo que entregamos diariamente a ver un episodio de nuestra serie favorita. Quizá no corren tiempos para leer “Los hermanos Karamazov”, pero un entretenimiento que resuelves en una hora puede ser muy atractivo.
Has dicho “entretenimiento” ¿tu novela no es entonces literatura?
Mira, hay mucha tontería con la semántica de ciertas palabras. Si la cultura no entretiene es un fracaso. Así que por supuesto, mi novela es entretenimiento. Todas las novelas lo son. También el “Ulyses” de Joyce o “El Quijote”. Y los cómics, y los vídeo juegos, y el arte urbano, y la música trap, y las óperas de Wagner.
Has dirigido varios largometrajes, eres además productor de cine, y tienes una banda de música electrónica, El sueño de Hyparco… ¿qué papel ocupa escribir en todo eso?
En mi ADN está primero la palabra, y luego todo lo demás. Llevo escribiendo desde los seis años. A los quince gané el Premio Miguel Hernández con un relato de ciencia ficción llamado “El androide”. Me gasté las 30.000 pesetas que me dieron (una fortuna para un chaval en aquel entonces) en la mítica cámara réflex soviética Zenit y en un sintetizador de segunda mano. Ahí empezó todo a trenzarse, y a ser indivisible. Por cierto, mi compañero en El sueño de Hyparco, Julián Aragoneses, además de ser amigo desde la infancia (crecimos los dos en Moratalaz) es el diseñador de toda la colección Harkonnen Books. Ahora vive en Dublín, y le he pedido que escriba un libro para formar parte del catálogo.
¿Siempre trabajas con amigos?
Lo intento. Además, tengo la fortuna de que casi toda la gente que hay en mi agenda son artistas, en uno u otro campo, o en varios a la vez, y todos tienen más talento que yo. No hay vendedores de aspiradoras ni agentes de seguros, ni managers de futbolistas (con todo mi respeto a estas profesiones). Ni por supuesto toreros (esta vez sin ningún respeto). Por eso voy a intentar reunir a todo ese talento que he ido conociendo durante mi vida, poco a poco, en la estantería. En forma de libros cuadrados, con la K roja invertida en el lomo. Caimán Montalbán y Nuria Escrivá [autores de los otros dos lanzamientos de Harkonnen] también son personas muy cercanas, a las que quiero.
¿Por qué Harkonnen? Es una palabra rara, difícil de escribir y de buscar.
Más difícil es Schweppes o Volkswagen y todo el mundo las conoce. Los Harkonnen son los malos de la novela “Dune” de Frank Herbert, que David Lynch llevó al cine en 1984 y que este año estrenará Denis Villeneuve, es uno de los títulos más esperados de 2020. Y los Harkonnen volverán a estar de moda. He comprado la marca y el dominio Harkonnen.es . ¡Estaban disponibles! Así que ahora soy un auténtico Harkonnen. Además soy muy fan de la letra K. Quizá por mi amor a la obra de Kafka. A principios de los 90 monté con mis amigos una marca discográfica llamada “Techno K”. Yo pinchaba nuestros maxis en clubs como Macumba o Kapital (que entonces se llamaba Titanic), disfrazado de sacerdote, con alzacuellos y todo, mientras la gente se empastillaba y se volvía loca bailando; algo de esto se puede leer en “Asesino Binario”. Fueron tiempos muy divertidos. Además durante años firmaba mis discos como Klaus Böhlmann. Siempre la K. Ahora le he dado la vuelta, y así invertida y en rojo, es el logo ideal para Harkonnen Books.
Para terminar ¿nos puedes adelantar algo sobre los lanzamientos de 2021?
Bueno, te puedo decir a quiénes propondré publicar, aunque no conozco todavía sus respuestas. Será gente de mi agenda, como te decía antes: Coque Malla, Julián Hernández (Siniestro Total), Lola Beccaría, Luis Cobos, Piluca Baquero, El Aviador Dro, Mar Abad, Scarlett Johansson, Alejandro Jodorowski… y yo mismo, claro. Aceptaré mi propia oferta.
¿Has dicho Scarlett Johansson? ¿Está en tu agenda?
Lo estará.
Muchas gracias, Antonio Dyaz. Estamos deseando que «Asesino Binario» caiga en nuestras manos.
A lo largo de las dos próximas semanas presentaremos también al resto de autores que componen el catálogo 2020 de Harkonnen Books.
Recomendable 100%; yo que no soy lectora de novela, cuestión de preferencias, por insistencia de una amiga, caí en las garras de Asesino Binario y no pude dejarla hasta el final. Esto es algo muy serio.