Antonio Soler Manzanares

Antonio Soler Manzanares (Carcassonne, Francia 14 de marzo de 1959)

Ser de Bon Pastor, barriada de la periferia barcelonesa, puede influir en la forma de ser de sus habitantes; con toda seguridad como en cualquier otro lugar del mundo es de suponer, pero … para Antonio ha sido una decisión voluntaria, siendo un motivo de orgullo. Mucha gente se avergüenza de su procedencia por no tener el glamur del lugar que ellos envidian, pero para Antonio el glamur se lo da su gente, el interés y el respeto es algo que cada uno de los componentes de esa comunidad deben contribuir a construir.

         En la bibliografía de Antonio aparece en primer lugar Femínidos, el final de nuestra especie (2010), un escrito en forma de “ensayo” sobre un problema que siempre le ha preocupado, la violencia contra la mujer, la injusticia y otra posible forma de percibir la vida y convivencia del ser humano.

Con Femínidos descubre el placer por la escritura y su necesidad de compartir semejante aventura, relato a relato va mostrando una mayor destreza en esta nueva pasión.

Es en 2011 cuando aparece su primer relato (Gehenna) donde ya el Bon Pastor aparece como un personaje más de sus novelas. Gehenna es una miscelánea de géneros donde el amor, el terror y la intriga policíaca se entremezclan generando un ambiente trepidante.

Siénteme siempre (2012) es una, o mejor dicho, la atrevida inmersión en los recovecos del erotismo personal en forma de “poesía”.

De nuevo en el terreno de la novela, o más bien del relato por la dimensión de estos, aparece La venus de la quinta fase en 2016, donde una divinidad prehistórica nos cuenta su paso por el Bon Pastor en cuatro épocas distintas con lo que de aventura conlleva.

Lola (2019) es tal vez donde aparece el perfil más romántico de Antonio en esa novela con rasgos históricos de la barriada. Y en la misma línea, pero invirtiendo la importancia de la temática, esta vez prevalece más la visión de un niño en esos momentos tan delicados de los albores de la guerra civil en el barrio de 1938 con Lo amarillo de las sargantanas (2019).

En ese año, ya en pandemia de coronavirus, gana el primer premio del concurso de relatos “Fuego lento” que un grupo de apasionados por la literatura lleva a cabo en la cocina del Hospital de la Vall d´Hebrón anualmente desde el año anterior. Con la pandemia viene un aislamiento que ha durado hasta el momento presente cuya única parte positiva ha sido la concentración y el recogimiento dando como resultado la mayor creación novelística de Antonio. Dos obras hasta este momento inéditas. Eso que tú ya sabes, una interpretación novelada de Femínidos, su primer trabajo y Ellos no bailan donde hace un alegato a la libertad y al amor muy necesario en estos tiempos de estridencias políticas y violencia homófoba.