La obra rebasa los límites del recinto universitario para sumergirse en las profundidades de las luchas comunitarias, en el contexto del proceso venezolano. Define al hombre y la mujer que se forman para facilitar el trabajo de emancipación, dentro del concepto Gramsciano del Intelectual Orgánico. Un pensador y hacedor de caminos liberadores, cuya práctica concreta es orgánica a la comunidad que ha decidido asumirse sujeto político.
Aclara áreas conceptuales y metodológicas como la investigación-acción participativa, la metodología invedecor, la planificación estratégica, la metodología de organización sistemática de actividades. Añade los valores intrínsecos a todo esto, sintetizados en el protagonismo popular y la acción y educación liberadora. Se introduce en una clásica encrucijada donde pregunta si se promueve, a través de la formación universitaria, un agente de la reproducción de los lazos sociales dominantes, o un agente ligado a un auténtico propósito de transformación.
Resume el acumulado de premisas, posiciones, interpretaciones, líneas de construcción y lucha, de la llamada corriente histórico-social en Nuestra América, sintetizada en sus primeras cinco vertientes (marxismo, bolivarianismo, teología de la liberación, cimarronismo, pensamiento y práctica indígena. Problema planteado: cómo pasar de una moral de esclavos a una moral de productores. Es decir, como hacer suya y de tod@s la rebeldía, la desobediencia, la insubordinación, la acción insurrecta, la acción heroica, contra el orden establecido. La construcción del autogobierno comunitario, lejos de los valores sociales capitalistas, sus normas, sus leyes, su estado, su endémica corrupción. La moral de productores es el verdadero horizonte del hombre nuevo.