Rodrigo Valero Sancho nació en el Puerto de Santa María en 1973. Cursó estudios de Turismo en Jerez de la Frontera. Intervino brevemente en la revista cultural alternativa Freek. Actualmente reside en Glasgow, Escocia. Empezó a escribir historias de aventuras a los siete años, con textos y dibujos en folios grapados. Más mayor su interés se desvió a la literatura gótica de Poe, Lovecraft, Potocki y "Monk" Lewis, y de ahí a representaciones más sutiles y variadas del horror enlazado con la sexualidad y la tortura -Sade-, el realismo y el naturalismo -Zola, Blasco Ibáñez, Dostoievsky- y la opresión que las creencias religiosas ejercen en algunas gentes.
Su novela "No hay descanso para Lázaro" pertenece al primer grupo, el de horror sadístico, siempre con un sentido del humor más marrón que negro y que aborda temas tan dispares como el desahogo de las pasiones más sucias y prohibidas, la inspiración en la música y la literatura, el egoísmo escondido detrás de la redención, el amor como puerta al Cielo, la falta de utilidad de las buenas intenciones y el miedo al ridículo y a la soledad en una historia plagada de crímenes, aberraciones, pecados contra la moralidad y la sociedad, apología estética del totalitarismo y mucho, mucho sentido del humor y amor, porque después de todo se trata de una historia de amor.