Este libro no servirá para polemizar sobre el uso o no de esta forma terapéutica, y cuestionar su eficacia científica.
Considero que el respecto a la vida, es también el respeto a la calidad de cómo podemos vivirla. En un mundo dominado por el Interés del dinero, el enfermo ocupa un lugar cada vez mas alejado de lo que llamaría Ética médica social.
El conocimiento hará del enfermo renal, mas consciente a la hora de tomar decisiones, sabrá que su órgano puede ser reprogramado hacia un nuevo estado de salud y que el disfrute a una vida plena, con respeto a su persona y a los seres queridos que lo rodean, es el verdadero sentido de la existencia del hombre. Que fuera de un experimento de laboratorio para mantener una vida, cuyo único sentido es dejar que digan que estamos vivos, constituye un eufemismo y un irrespeto a la misma historia personal de cada uno de nosotros.