Cuando el aire se hace irrespirable, cuando los horizontes se agotan, el alma como si estuviera enfebrecida, se queja y es entonces, cuando acontece la búsqueda.
Este conjunto de poemas son el resultado de la búsqueda y del contacto de la autora con las raíces de su alma, que , como las de cualquier hombre o mujer están llenas de savia, llenas de Dios; no es en vano que somos hijos suyos.
A través de estos poemas descubriremos cómo cualquier ser humano puede encontrarse con Dios dentro de sí mismo .
De lo que la autora vio, oyó y palpó de Dios, ha querido compartir algo con nosotros. Dios se le hizo transparente y ella ha sentido la urgencia evangélica de hacer el bien, desvelándonos algo de lo divino que Dios le ha dado.