Nací en Venezuela en 1990. Soy hija de padres divorciados desde muy temprana edad. Crecí con mis dos hermanos varones y con mi mamá, quien se desempeñó como mamá soltera lo mejor que pudo. Desde muy pequeña fui consagrada a la brujería por mi papá sin yo saberlo.
Mi mamá me enseñó a hablar con "Papá Dios", pero por alguna razón yo no creía que Él respondiera, sino que pensaba que era un buen amigo que siempre escuchaba desde lejos. Al pasar los años tuve muchas experiencias de las que ahora entiendo que era Dios llamándome de regreso, aunque en su momento no lo supe ver.
Finalmente, al estar al borde del suicidio y tras querer alejarme de la brujería, Él me rescató, le dio sentido a mi vida y ahora que lo tengo de regreso, no quiero que nadie más pase por lo que yo pasé, quisiera que la gente sepa verlo sin necesidad de llegar al intento de suicidio o al problema serio o grave que puede evitarse si lo buscamos aun cuando creemos que "todo va bien".