A pesar de los avances tecnológicos y de los nuevos conocimientos en el campo biopsicosocial, actualmente no estamos preparados como padres o cuidadores principales para recibir y afrontar efectivamente un diagnóstico de enfermedad crónica en uno de nuestros hijos. Al tratarse de una enfermedad crónica como es la diabetes mellitus, hablamos de una situación que se prolonga hasta la muerte del individuo o la aparición de una posible cura, y que además, requiere cuidados constantes, educación sanitaria hasta alcanzar un nivel de independencia por parte del enfermo y sus cuidadores y precisa además de un seguimiento continuado por parte del sistema sanitario. Si a todo esto se le suma que si el diagnóstico se realiza en un menor, la situación se dramatiza y es aún más traumática. Es esencial el acercamiento por parte del personal de enfermería en el momento del diagnóstico y en los primeros días en que el individuo permanece hospitalizado, mostrando absoluta empatía a la vez que educa en los cuidados tanto al paciente como a su familia, sin dejar de fomentar y como objetivo final, la independencia del individuo en sus cuidados. Este relato biográfico ilustra los dramáticos primeros momentos del diagnóstico y cómo poco a poco, gracias a la ayuda del personal sanitario, en particular el personal enfermero, la familia se va adaptando a su nueva situación. Su protagonista es MJ, madre de JA, niño diagnosticado de diabetes a los 6 años de edad. MJ narra su trayectoria desde que su hijo es diagnosticado de diabetes hasta el momento actual en el que es entrevistada. La informante, desde su experiencia en primera persona, aporta su visión sobre el concepto que se tiene sobre la diabetes; las aptitudes y actitudes de los profesionales de enfermería que les atendieron; la insuficiente dotación de los colegios con respecto a niños diabéticos; y cómo la aparición de la enfermedad produjo cambios en el equilibrio, funcionalidad, dinámicas y salud de todos los integrantes de su familia.