Barcelona supera con mucho los escándalos tan de moda. Marbella, Seseña, Mallorca, Canarias, etc., etc. o la enorme corrupción que ha construido toda la costa del Levante o el centro Español. La perversión en mayúscula se inicia con Mateu, primer alcalde franquista, discípulo de Cambó (la apertura de Via Layetana), Foronda (compañía de Tranvías y la Exposición del 29 en Monjuich), o el cachondo alcalde Pich y Pon que para compensar las finanzas municipales propuso vender los parterres centrales de la Gran Vía. Y en el Ayuntamiento, y en otras actividades de la gran ciudad, se incrusta Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco y gran ideólogo del Régimen, desterrado de Madrid, no por su admiración a Hitler y Musolini, sino por poner cuernos a su mujer la hermana de Carmen Polo, esposa de Franco, y con hija negada, al estilo de la crema de la alta sociedad, con los años musa y secretaria de Adolfo Suárez. Sus ciento y un año de vida y el control absoluto de la información, propietario de Radio Miramar, hará que su nombre se diluya, pero en la memoria de los barceloneses quedará impresa la célebre y omnipresente FOMENTO DE OBRAS Y CONSTRUCCIONES SA, por promotora y constructora de todas las obras de la ciudad, o la FECSA, también creación propia y omnipresente. Nombres más recordados que los de los alcaldes de Barcelona y funcionarios que multiplicarían con la constructora y servicios su entonces magra asignación oficial. En 1939 se inicia la Gran Corrupción, la base para entender lo sucedido estos últimos 30 años.
Si los personajes de estas historias no se hubieran labrado la popularidad a base de cifras y delitos disparatados, mi opinión no tendría objeto, nadie me creería. Me inicié en ella como víctima, y escribí a todos los periódicos de ámbito nacional, con el más olímpico desprecio por contestación. Un presidiario.
De la Rosa, compró a todo el arco ideológico político y periodístico con fuerza en la ciudad, comportando que no se pueda publicar nada fuera de lo oficialmente impuesto. Prensa y políticos, comprados, y delinquiendo. Y yo condenado por encubrimiento. Javier es un paradigma, ni mucho menos el único, simplemente una exageración, un disparate fruto de la especial ciudad.
Ni de lejos me he propuesto ni biografías ni estudios de ningún tipo, a lo sumo un listado en el tiempo de lo publicado y descubierto revelándome mis desventuras a partir de 1980.
Pido disculpas por repeticiones y saltos entre fechas debidos a mi estado de ánimo, o partir de cierto conocimiento por parte del lector ya que puntualizar conllevaría editar una enciclopedia, rogando paciencia por mi falta de profesionalidad en el oficio de escribir, que ni de lejos he aprendido. Por lo demás podría el interesado ampliar con otras lecturas, que aun erróneas por dirigidas, le ayudarían a completar el panorama barcelonés durante estos años.
Figúrese el lector, Fomento o Adigsa, la del Carmelo, presupuestando con infinidad de cláusulas que le permiten toda suma y dentellada a la primera cifra, después se desglosa en una o dos superconstructoras, que trabajan con cuatro o cinco conocidos y amigos constructores, que a la vez subcontratan por especialidades, multiplicándose entre decenas de autónomos (hasta el perro del vigilante nocturno es autónomo). Y a la mitad de la pirámide los presupuestos no cubren para pagar impuestos y menos seguros sociales, o a proveedores de materiales (a veces en el impago radica la ganancia), y se entra en la solución de la quiebra y aparcar la sociedad en un administrador ful, ilocalizable, o con DNI falso.
El reparto no se acaba con los subcontratos, cada certificación de obra, con pago directo, muy diferido, de la Administración, o el pagaré de la promotora o constructora, inicia otro calvario, con varias astillas, y financieras de por medio.
Y Maragall, ¡se necesita cara!, acusa en el Parlament a los de CIU de un 3%, y uno de los desgraciados insolventes de la cuerda denuncia en Fiscalía que pagó en negro un 20%. No pasa nada. El único problema es que la rueda se detenga, como sucede por el cambio de alcalde y las disputadas elecciones a la Generalitat.
La Gran Corrupción forma parte del paisaje barcelonés como el mar, la Sierra de Collcerola, Monjuich, sus graciosas Ramblas, y el excelente clima mediterráneo, que con Gaudí han trasformado la ciudad en turística y de servicios, y sus antiguas fábricas en apartamentos carísimos, o curiosas chimeneas monumentales.
Diciembre del 2006
Num. sol. D.L. B-0168-07
RGPI. As. Reg. 02/2007/2999
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Recomiendo su lectura.
Quien no lo haya leído no puede decir que comprende este país.
Firmado: Gabriel Veraldi-Pasquale